jueves, 23 de febrero de 2012

Nada

Después de lo que pasó ayer, tener que leer esto y escuchar esto otro, es alienante. Sentimos vergüenza, miedo, desamparo, bronca, indignación… Y no hacemos nada.

Por unos cuantos días, los noticieros van a mantener el tema activo. Y después, ¿qué? Lo mismo que pasó con el accidente de Flores: nada. Absolutamente nada. Las barreras siguen andando mal. Los trenes andan mal. Y nosotros, como manadas suicidas, nos seguimos subiendo. Aceptamos lo inaceptable. Nos arriesgamos pensando que en definitiva en algún momento nos va a tocar, sea en tren, auto o colectivo.

Y elegimos el tren porque es lo más rápido y lo más barato... Porque no perdemos las esperanzas de que en algún momento las cosas cambien. Porque creemos en el destino. Pero esto no se llama destino: se llama corrupción, desidia, desinterés, malversación, robo. Delito. Asesinato.

No dejemos que nos sigan matando. Reclamemos la renuncia de funcionarios impresentables. Reclamemos el fin de la concesión de TBA. No nos olvidemos ni nos acostumbremos. Nos seamos indiferentes. Nos merecemos algo mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario