miércoles, 22 de febrero de 2012

Sin sentido

Las imágenes hablan por sí solas. Hoy, en un accidente idiota, cincuenta muertes se sumaron a la larguísima lista negra del ex ferrocarril Sarmiento. Muertes absurdas, inexplicables y cruentas. Cientos de heridos, algunos muy graves. Familiares vagando por hospitales y morgues. ¿Qué más tiene que pasar? ¿Se van a dar cuenta de que esta situación no da para más?

Hoy, mientras volvía, pensaba en la historia de todos aquellos padres, hijos, hermanos, amigos y vecinos que salieron de su casa para ir a trabajar y que no van a volver. Podría haber sido yo. Podría haber sido un familiar. O ese señor que estaba adelante mío y que pidió un ida y vuelta a Once. O aquel chico que veo todos los días en el andén. O esa señora que hoy me alcanzó mi boleto, que se me cayó cuando salí, apurada, a subirme al tren que llegaba.

Todos vamos a morir algún día y de alguna manera que el destino, Dios o quien quiera que sea elija para nosotros. Pero morir así, de una forma tan estúpida, tan cruel y tan evitable, no tiene ningún sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario